
Medellín no solo suena a reguetón. Lo respira, lo exporta, lo transforma.
Lo que alguna vez fue un movimiento de calle, subestimado por muchos, hoy se ha convertido en una industria cultural y musical que posiciona a la ciudad como la capital mundial del reguetón en español.
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Un ritmo que llegó por el barrio
A finales de los 90 y comienzos del 2000, el reguetón era un sonido que llegaba desde Puerto Rico y Panamá, colándose en los barrios populares de Medellín por emisoras, casetes piratas y fiestas callejeras. No era parte de la industria, era parte de la calle.
Barrios como Castilla, Aranjuez, Belén y San Javier comenzaron a adoptar el reguetón como un lenguaje propio: hablaba del barrio, del amor, del deseo, de la rebeldía.
Del underground al mundo
A comienzos de los 2000, artistas locales como J Balvin, Reykon, Golpe a Golpe y Karol G empezaron a experimentar con el género, fusionándolo con sonidos locales y letras más comerciales. Medellín no solo absorbió el reguetón: lo adaptó, lo pulió y lo vendió al mundo.
J Balvin, por ejemplo, apostó por una estética distinta: ropa de diseñador, colores vivos, beats más suaves y colaboraciones internacionales. Esa apuesta no solo lo catapultó a él, sino que posicionó a Medellín como una fábrica de reguetón global.
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Hoy la capital antioqueña tiene una red sólida de productores, estudios de grabación, managers, videógrafos, coreógrafos y compositores que giran en torno al reguetón. Algunos de los productores más importantes del género, como Sky Rompiendo, Ovy on the Drums y The Rude Boyz, son paisas.
Muchos de estos profesionales surgieron de contextos sociales difíciles y encontraron en la música una forma de salir adelante. No es raro ver videoclips grabados en barrios altos de Medellín con una estética cuidada y una historia que contar. La ciudad, literalmente, se convirtió en un set de grabación.
En las redes sociales
El auge de plataformas como YouTube, TikTok e Instagram fue otro catalizador. Los artistas ya no necesitaban de grandes disqueras para ser escuchados. Influencers musicales, bailarines y cantantes emergentes aprovecharon estas plataformas para mostrar el talento local al mundo.
Medellín se volvió “pegajosa”, no solo por su ritmo, sino por su capacidad de crear tendencias, estilos y narrativas urbanas globales desde lo local.
Medellín en el mapa global
Artistas como Karol G, Feid, Blessd, Ryan Castro, Maluma, J Balvin y Piso 21 no solo representan el éxito individual, también una ciudad que convirtió su historia en música.
Medellín pasó de ser conocida por la violencia y el estigma, a ser reconocida por la creatividad, el flow y la capacidad de reinvención. Hoy, artistas de todo el mundo vienen a grabar, colaborar o simplemente absorber la vibra musical de la ciudad.
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