Asesinan a líder indígena y rector de un colegio en Riosucio, Chocó

Defensores de las comunidades indígenas en Chocó denunciaron el asesinato en la noche del viernes, del líder de la comunidad Emberá en Riosucio, Aquíleito Mecheche también se desempeñaba como rector de la Institución Educativa Jagual en el corregimiento que lleva el mismo nombre e integraba el cabildo indígena. 

Según los reportes de la comunidad, presuntos integrantes del Clan del Golfo serían los responsables de este crimen que se cometió en medio de una compleja situación de orden público en estos territorios, considerados corredores estratégicos para el transporte de drogas y minería ilegal. 

En contexto: 340 personas desplazadas por grupos armados ilegales en Riosucio (Chocó)

Aquíleito Mecheche hacía parte de una lista representantes que habían sido amenazados por esta banda criminal. Incluso la noche del 26 de marzo, hombres armados de esta estructura ingresaron al resguardo con el fin de acabar con la vida del docente y de Julio Mecheche, pero en esa oportunidad, la guardia indígena lo impidió. 

Fuentes consultadas por RCN radio explicaron que si bien los combates en la zona están suspendidos, el homicidio de este líder social representa una nueva alerta para los habitantes del resguardo. 

Le puede interesar: 

También denuncian que  “pese a las amenazas que recibieron estas personas, no se les brindó el acompañamiento necesario y esta noche asesinaron a este representante”. Los habitantes del corregimiento Jagual están preocupados y temen que se cometan más homicidios. 

El pasado 25 de marzo, la Organización de Pueblos Indígenas de Colombia había emitido una alerta temprana debido a las intimidaciones que recibieron no sólo los líderes sino también los habitantes de la comunidad, quienes fueron declarados objetivo militar de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. 

También lea: Ataque a patrulla de la Policía en Urabá, deja cuatro uniformados heridos

Entre febrero y marzo del presente año, más de 5 mil personas pertenecientes a distintos resguardos permanecieron confinadas por los combates que sostenía las AGC y el ELN que se disputan el control del territorio. 

Durante este tiempo, nueve niños fallecieron por complicaciones de salud asociadas a la malaria ya que no podían ser trasladados a centros asistenciales. Igualmente, doce familias se vieron obligadas a abandonar sus casas y a hacer un recorrido de cuatro horas por río para huir de los combates.