Por asesinato de líder social en Caucasia, condenaron a jefe de sicarios de “Los Caparros”

En tiempo récord, la Unidad Especial de Investigaciones de la Fiscalía esclareció el asesinato de Querubín de Jesús Zapata Avilés, presidente de la Plataforma Municipal de la Juventud de Caucasia, al condenar a 18 años y dos meses de prisión, a Jaidivier Macea de los Santos, señalado jefe de sicarios de bloque Virgilio Peralta Arenas del grupo armado organizado, Los Caparros.

De acuerdo con los investigadores judiciales, el 16 de febrero de 2019, alias 'Valdi' o 'Auxi', atacó con arma de fuego a Zapata Avilés, de 27 años de edad, quien se desempeñaba como guarda de seguridad en un colegio público de este municipio del Bajo Cauca antioqueño, donde era reconocido por su trabajo como líder social, enfocándose en temas como la diversidad de género y la lucha contra el microtráfico, especialmente en entornos escolares. Ese fue el móvil del crimen.

Jaidivier Macea de los Santos fue capturado en mayo del año pasado en compañía de su escolta y presunto sicario de la misma estructura delincuencial, Francisco Javier Martínez Sandoval, alias 'Kiko'.

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En desarrollo de la investigación para esclarecer la muerte del líder juvenil, también fue detenido hace 15 días, Álvaro Antonio Martínez Paternina, requerido por los delitos de concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego en concurso con homicidio.

La Fiscalía confirmó que los testimonios de integrantes de “Los Caparros” recopilados por investigadores, permitieron aclarar otros siete homicidios ocurridos en Caucasia y Cáceres, entre enero y mayo de 2019, en los que participó  Jaidivier Macea de los Santos.

Alias 'Valdi' estuvo involucrado en las muertes violentas de Andrés Felipe Leones Rubio, Juan Carlos Berchem Díaz, Diego Andrés Gutiérrez Arrieta, Cristian Daniel Díaz Ríos, Robinson Alonso Cordero Cárdenas, Arley Duván Tenorio Suárez y  Nilson David Rivas Luna. Este último fue baleado en Cáceres.

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Los homicidios estarían relacionados en la confrontación de las bandas criminales Los Caparros y El Clan del Golfo, por las rentas ilícitas en el territorio, lo que ha motivado el aumento de la criminalidad en Caucasia y el desplazamiento forzado de varias familias y amenazas a líderes sociales.