Seis animales han muerto en el Valle de Aburrá por la manipulación de Pólvora, tres de ellos estaban en el Parque de la Conservación

Las autoridades ambientales del Valle de Aburrá comenzaron a entregar el reporte sobre el impacto negativo que han generado las explosiones de pólvora sobre la fauna silvestre. 

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá indicó que, como consecuencia de las detonaciones de los juegos pirotécnicos, tres zarigüeyas han muerto. Además, el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestres, ha brindado atención a ocho animales más, entre los que se encuentran especies como un Chamón, un Cucarachero, un Mielero, un Murciélago y un Currucutú. Estos animales han sufrido trauma acústico, desorientación y pánico extremo. 

Por su parte, el Parque La Conservación (antiguo Zoológico Santa Fe) también reportó algunas situaciones que han afectado a los cerca de 500 animales que se encuentran dentro de sus instalaciones, confirmando la muerte de tres animales a causa del estrés generado por la pólvora.

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El primer caso fue el de una lora que se estrelló contra la estructura del enmallado tras presentar estrés y pánico agudo. Los otros dos fallecimientos corresponden a un chigüiro hembra, que sufrió un aborto espontáneo como reacción al estrés. Las complicaciones derivadas de este evento terminaron cobrando la vida tanto de la madre como de la cría. 

Sebastián Arévalo, integrante del parque La Conservación, explicó que siempre se ha hablado de las consecuencias que genera el uso de pólvora en los animales, pero solo al estar al interior de una entidad de protección animal, se conoce realmente las consecuencias.

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Los flamencos también se han visto desorientados en el parque por la quema de pólvora. Mientras que una danta presentó estrés por las detonaciones de este tipo de explosivos. Desde la entidad se encuentran implementado aromaterapias y actividades para mantener a los animales tranquilos durante esta temporada. Asimismo, algunas especies han requerido de psicofármacos.  

Laura Jaramillo, zootecnista del parque La Conservación, afirmó que desde la parte nutricional también se registran afectaciones, porque los animales disminuyen su consumo de alimentos. "Muchas veces algo que les gustaba mucho a los animales, lo dejan de consumir por el estrés", dijo Jaramillo.