
Luisa quería volver a casa...pero la mataron antes de empacar su maleta
La familia de Luisa Fernanda Martínez Úsuga, una joven paisa de 29 años asesinada en Perú, clama por justicia y exige que el caso no quede en la impunidad. Aunque su pareja sentimental asegura que se trató de un suicidio, los familiares de la víctima sostienen que fue un feminicidio, y denuncian irregularidades en la investigación.
Le puede interesar: Se mantiene el confinamiento de familias en Remedios, pese a asistencia militar
Luisa, quien trabajaba como ayudante de cocina en la ciudad de Piura, fue hallada muerta el pasado 1 de julio con un disparo en la cabeza. Su pareja, identificado como Diego, afirmó que ella se quitó la vida mientras él se encontraba en otra parte de la vivienda. Sin embargo, los vecinos relataron a las autoridades que escucharon una fuerte discusión entre ambos momentos antes del disparo, y que Luisa le decía que iba a regresar a Colombia.
La madre de la víctima, Flor Usuga, recibió el cuerpo repatriado el pasado fin de semana y aseguró que su hija presentaba golpes visibles, un hematoma en el ojo, moretones y una herida de bala en la parte trasera de la cabeza, lo que significa que en ese ángulo era imposible que ella misma se hubiera disparado. “Mi hija no se suicidó. A ella la mataron. Ya tenía empacada su ropa para volver a Medellín”, declaró muy afectada.
Flor también reveló que Luisa era víctima de violencia física y psicológica por parte de su pareja. En varias videollamadas, la madre notó labios hinchados, mordeduras en el cuello, moretones, y le insistió en denunciar, pero Luisa nunca lo hizo. “Ella me decía que ya iba a regresar, que no me preocupara”, recordó.
El presunto agresor fue capturado en flagrancia, dormido junto al cuerpo de la víctima, en alto grado de alicoramiento, y permanece bajo detención en Perú. No obstante, la familia denuncia que no han recibido avances claros del proceso judicial. Su hermano, Jefferson Martínez, exige respuestas: “La persona encargada del caso no nos ha dicho nada. No queremos que esto quede en el olvido”.
Además, las autoridades peruanas recuperaron el celular de Luisa, que estaba en manos de una familiar del presunto feminicida, lo que refuerza la sospecha de que se intentó ocultar evidencia clave.
La familia Martínez Úsuga recuerda a Luisa como una mujer extrovertida, alegre y amante de los vallenatos. Con grandes esfuerzos económicos lograron repatriar su cuerpo desde Perú, y ahora centran su lucha en que el crimen sea reconocido como un feminicidio. Piden justicia, una investigación rigurosa y una comunicación activa entre las autoridades peruanas y colombianas para que el caso no quede en la impunidad.