Nicaragua y Bielorrusia siguen disputando sus ligas locales.
La temporada de fútbol en Tayikistán comenzó este sábado, en una época en la que la mayoría de las competiciones deportivas están suspendidas en casi todo el mundo como consecuencia de la propagación del nuevo coronavirus.
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Siguiendo los pasos de Bielorrusia, otra exrepública soviética que tampoco ha suspendido su campeonato local, Tayikistán, que aún no ha declarado oficialmente ningún infectado por el COVID-19, eligió que se juegue al fútbol.
La Supercopa, ganada por el campeón liguero FC Istiklol frente al FC Khujand (2-1), dio el pistoletazo de salida a la temporada, este sábado en la capital Dusambé, un partido que acabó con abrazos entre los campeones y la deportiva felicitación de los perdedores, incumpliendo los protocolos de distanciamiento social que se han aprobado en buena parte del mundo para frenar el nuevo coronavirus.
Pero contrariamente a lo que pasa en Bielorrusia, los encuentros en Tayikistán se disputarán a puerta cerrada.
En marzo, miles de personas participaron en la fiesta nacional y el presidente Emomalo Rakhmon, que gobierna el país con puño de hierro desde 1992, posó con decenas de chicas jóvenes vestidas con el traje tradicional, cuando en buena parte del mundo ya se habían aprobado las medidas de distanciamiento social.
La pandemia del nuevo coronavirus afecta ya a más de un millón de personas en todo el mundo, con más de 60.000 fallecidos.
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Las otras dos ligas de fútbol que están en competencia en medio de la pandemia del Covid-19 son las de Bielorrusia y la de Nicaragua, esta última que tiene 25 jugadores colombianos en competencia y que, según varios de ellos, la orden de los clubes es continuar con la disputa del campeonato teniendo el cuenta el manejo sanitario que se haga en cada país.
