
‘Timanco’, el primer indígena en graduarse de un doctorado de la Universidad de Antioquia
“Nuestro ombligo está sembrado en el fogón”, son las palabras de Arnulfo Hurtado Cerón mientras está sentado en un tronco de árbol, alrededor de una fogata, en el espacio del cabildo indígena, ubicado cerca del bloque 9 de la Universidad de Antioquia.
Para el pueblo Nasa el fogón es el centro espiritual, educativo y cultural de la vida en comunidad. De allí proviene Arnulfo, quien se nombra como “Timanco”, en honor al hijo de la cacica La Gaitana, la mujer que lideró la resistencia contra los colonizadores españoles en lo que hoy es el departamento del Cauca, al sur de Colombia.
Recientemente, este profesor del Instituto Universitario de Educación Física de la Universidad de Antioquia, se convirtió en el primer egresado indígena del Doctorado en Ciencias Sociales, posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la misma institución, desde el que “Timanco” planteó un aporte al reconocimiento de los pueblos originarios, a partir de sus formas de enseñanza y aprendizaje.
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Su tesis doctoral lo llevó a recorrer los caminos del pueblo Nasa, especialmente los de su lugar de origen Sa´th Tama Kiwe (territorio ancestral ubicado en el municipio de Caldono, Cauca), cuyo nombre significa en español: tierra de los ancestros.
“El fuego, además de abrigarnos, posibilita el encuentro, la palabra, la vida misma. Es nuestra primera escuela”. Sin embargo, aquella herencia milenaria de su pueblo ha sido invisibilizada o, como él mismo lo dice, “ninguneada”, incluso desde la escuela o la educación convencional colombiana, a la que asistió por unos años, pero se retiró.
Sus padres, castigados en su infancia por hablar en “nasa yuwe” (lengua considerada “del diablo” por los evangelizadores) decidieron no enseñársela a él ni a sus hermanos. “No querían que sufriéramos la misma humillación”, recuerda. Así, Arnulfo vivió un silenciamiento doloroso que con el pasar del tiempo ha intentado revertir.
Todo cambiaría cuando conoció el Programa de Educación Bilingüe Intercultural (Pebi) del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), una apuesta colectiva de los pueblos originarios por una educación propia, tejida desde la oralidad, la minga y los saberes ancestrales. Allí logró terminar su etapa escolar, gracias al reconocimiento del programa por parte de la Secretaría de Educación del Cauca.
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A los 22 años llegó a Medellín por invitación de un tío, quien había llegado a la ciudad apenas siendo un niño para formarse con otros niños indígenas en un internado dirigido por sacerdotes. Siguiendo los consejos de su tío para que continuara su formación en la universidad decidió presentarse, aunque con dudas, al pregrado en Historia de la UdeA, pero el choque académico y el lenguaje teórico lo hicieron desertar a los pocos meses de su ingreso.
Sin embargo, el camino de Arnulfo en la UdeA estaba apenas por comenzar. Luego ingresó a la Licenciatura en Educación Física, donde encontró una conexión vital entre la pedagogía, el cuerpo, el juego y la cultura. Durante su pregrado conoció al profesor Saúl Franco, quien marcó su camino al impulsar saberes originarios.
“Me pedía que no llevara a clase ejemplos de juegos o deportes eurocéntricos, sino juegos propios, autóctonos. Decía que era un espacio para aprender desde nuestras culturas”, aseguró.
Con el tiempo, y de la mano del profesor Víctor Molina, se vinculó al grupo de investigación Ocio, Expresiones Motrices y Sociedad (Gocemos), adscrito al Instituto Universitario de Educación Física y Deporte. Desde allí se abrió el camino hacia la investigación y, más adelante, hacia la maestría y el doctorado. Además, es el actual coordinador de este grupo de investigación.
Llegó al doctorado en Ciencias Sociales luego de haber cursado la Maestría en Motricidad y Desarrollo Humano, para lo que contó con el beneficio económico que otorga la UdeA a profesores de cátedra para la formación posgradual de docentes de la institución. En su recorrido académico han permanecido las temáticas del ocio, la pedagogía decolonial y la educación intercultural, a partir del análisis crítico de experiencias significativas como la del Cric.
Al buscar respuestas a su inquietud sobre los procesos de enseñanza y educación de los pueblos originarios desarrolló su tesis titulada “Entretejidos de la educación propia intercultunatural con el Pebi, para el posicionamiento político y social de los pueblos originarios en el Cric, Cauca”.
“Hablé de intercultunaturalidad, no como una cuestión antropocéntrica, sino desde una postura más biocéntrica, donde la centralidad de la vida no es de los humanos, sino que está en todos los que habitamos esta gran casa que es Uma Kiwe, nuestra madre tierra. Todos somos iguales ante ella y con ella convivimos. La educación propia no solo dialoga entre pueblos, también lo hace con los seres espirituales y con la sabiduría de la naturaleza”, explicó.
Durante su proceso estuvo cerca de abandonar este viaje académico, debido a los retos que implicaba la recolección de información por motivos económicos, de desplazamiento, entre otros. Entonces, volvió a su raíz y, a través del Thê´ Wala (médico tradicional Nasa) recibió un mensaje en un baño espiritual que le decía que iba por buen camino y que recibiría ayuda para concluir su investigación.
Meses después aquella ayuda llegó. Según Arnulfo, ese impulso para concluir su trabajo se dio a través de que su propuesta fuera seleccionada por el Comité para el Desarrollo de Investigación (Codi), que apoya estudiantes e investigadores de la Alma Máter. Gracias a este recurso, pudo sortear los recorridos y culminar su trabajo de campo en territorio Nasa.
“El apoyo fue vital porque realmente solucionó asuntos logísticos importantes para poder estar más tiempo y moverme entre comunidades”, señaló.
Como resultado de este proceso de investigación surgieron unas cartillas educativas denominadas “La madre Tierra sabia enseña cómo convivir y ser en el territorio”, una serie de guías con cuentos y textos para el fortalecimiento de la identidad cultural de los pueblos indígenas, que serán utilizados en los pueblos pertenecientes al Cric.