Procuraduría pone el ojo a la Mujer de Medellín que abusó de su hijo de 2 años

La Procuraduría General de la Nación constituyó una agencia especial para intervenir en el proceso penal adelantado contra una mujer detenida en Medellín por vender videos sexuales de su hijo de 2 años de edad.  

De acuerdo con las autoridades, la madre de 22 años de edad, le practicaba tocamientos sexuales a su hijo, los grababa y los vendía por dos millones de pesos.  La mujer fue capturada en el barrio Buenos Aires de la ciudad y es procesada por su presunta responsabilidad en los delitos de actos sexuales con menor de 14 años agravado y pornografía con menores de 18 años agravado. 

El subcomandante de la policía Metropolitana, coronel Richard Fajardo, confirmó que la abuela del menor de edad  denunció a su hija luego de conocer los abuso a los que era sometido su nieto. 

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La delegada del Ministerio Público para Asuntos Penales indicó que un  procurador Judicial Penal de la capital de Antioquia se encargará de hacer el acompañamiento permanente al desarrollo de la investigación. En las audiencias de legalización de captura e imputación de cargos, el funcionario conceptuó favorablemente sobre la necesidad de imponer una medida de aseguramiento a la detenida y remitirla a un centro carcelario.   

El ente de control enfatizó en las reiteradas alertas y advertencias emitidas frente a la grave situación de violencia que afecta a la niñez en el país, refiriendo que, de acuerdo con el Boletín Estadístico de la Dirección de Protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 14.369 niños, niñas y adolescentes ingresaron al sistema de protección debido a casos de violencia sexual (actos, acoso, acceso carnal violento), entre enero y octubre de 2023.

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Cabe recordar que, recientemente la justicia condenó a dos padres de familia a penas entre 17 y 22 años, por  abusar y golpear a sus hijos de 3, 6 y 7 años en la ciudad de Medellín. Los hechos se habrían presentado entre el año 2014 y 2017, así mismo las autoridades demostraron que las víctimas eran llevadas  a un local comercial y  casas de familia, donde la madre sostenía encuentros sexuales con adultos y luego permitía que sus hijas fueran tocadas o accedidas carnalmente a cambio de dinero.