Familiares alzan la voz por reclusos de El Pedregal: comida podrida, hacinamiento y petición urgente al Estado
Familiares alzan la voz por reclusos de El Pedregal: comida podrida, hacinamiento y petición urgente al Estado
Suministrada.
27 Ago 2025 10:26 AM

Familiares alzan la voz por reclusos de El Pedregal: comida podrida y cruda, hacinamiento y petición urgente al Estado

Yuli
Metaute Londoño
El temor ahora se centra en la posible expansión de la huelga de hambre a otros pabellones del penal.

La crisis humanitaria dentro de la cárcel El Pedregal continúa agravándose. Desde las 11 de la noche de este martes, los internos del patio octavo se declararon en huelga de hambre como protesta por lo que califican como un “pésimo e irregular servicio de alimentación”. 

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La denuncia no solo proviene de los privados de la libertad. Una familiar de uno de los reclusos, quien pidió mantener su identidad en reserva, relató el drama que vive su esposo dentro del penal. “Es un verdadero suplicio. Les entregan comida podrida, pollo crudo, ensaladas en descomposición. No hay dignidad en lo que reciben”, expresó con preocupación. 

Los internos aseguran que los alimentos llegan en condiciones deplorables; aguas con gusanos, papas podridas y bebidas con sabor a jabón. Las porciones son descritas como “irrisorias” y los horarios de entrega, completamente desfasados. Según los testimonios, los desayunos se sirven al mediodía, los almuerzos después de las 8:00 p.m. y las comidas en la madrugada. 

Además, los reclusos tienen la opción de comprar alimentos en las llamadas “chazas” dentro de los patios, pero los precios son excesivos. Un enlatado puede costar hasta $20 mil pesos, un taco de galletas $17 mil, una chocolatina $7 mil y un paquete de papas fritas también $17 mil. “Es un abuso. Si no tienen dinero, deben conformarse con lo que les dan, que la mayoría de las veces no es apta para el consumo humano”, agregó la mujer. 

A esta crisis alimentaria se suma el hacinamiento. En los patios 1, 2 y 3, los internos se turnan para dormir por horas. Solo quienes pueden pagar por una colchoneta o un camarote logran descansar en condiciones mínimamente aceptables. Esta situación ha derivado en graves problemas de salud que, según denuncias, no son atendidos oportunamente. La desnutrición y otras enfermedades se han agudizado por la mala alimentación. 

La familiar del privado de la libertad; también reveló que algunos internos que han trabajado en la cocina del penal aseguran que los alimentos no se lavan antes de ser preparados. “Por ejemplo, las papas llegan del mercado y se echan directamente a las ollas, sin ningún tipo de limpieza”, denunció. 

Ante esta situación, la mujer junto con otros familiares de los privados de la libertad,  interpusieron un derecho de petición dirigido al Ministerio de Justicia, la Procuraduría y otras entidades competentes, exigiendo que se respeten los derechos de los privados de la libertad. También pidieron el cambio del operador encargado de preparar y suministrar los alimentos, señalando que se trata de una empresa contratada que, según los denunciantes, no cumple con los estándares mínimos de salubridad y dignidad. 

La crisis en la cárcel El Pedregal ha encendido las alarmas entre familiares de los reclusos y organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes insisten en la urgencia de una intervención estatal.  

El temor ahora se centra en la posible expansión de la huelga de hambre a otros pabellones del penal. Defensores de derechos humanos advierten que, de concretarse esta unión masiva, podría desencadenarse un estallido social carcelario de graves proporciones, con consecuencias impredecibles para la seguridad y el bienestar de todos los internos. 

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