“Hay otras formas de celebrar” llamado del alcalde de Medellín a horas de la mal llamada “Alborada”

En pocas horas, los habitantes de Medellín y el Valle de Aburrá tendrán que soportar la detonación masiva de artefactos pirotécnicos por cuenta de la mal llamada y tradicional "alborada", celebración que marca el inicio del mes de diciembre, pero caracterizada por el uso excesivo de pólvora.  

Esta tradición que se lleva a cabo desde el año 2003 y con raíces paramilitares deja graves consecuencias en los participantes, observadores, en la fauna y en el ambiente. 

Por ejemplo, para el año 2024, este “espectáculo” dejó cinco personas lesionadas, entre ellos, dos tres menores de edad, una joven de 14 años con afectación en la cara a raíz de un volador y dos adolescentes de 16 años con quemaduras de segundo grado en la cara tras la explosión de una papeleta. Las autoridades también registraron la afectación a una mujer de 22 años y otra de 25 años con quemaduras de primer grado.  

Sobre esta denotación de pólvora, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez aseguró que hay otras formas de celebrar y hay que entender los impactos "los animalitos sufren, el medio ambiente se afecta, entonces tengamos consideración", puntualizó el mandatario. 

De acuerdo con Corantioquia, otra de la población afectada corresponde a las aves que, son el grupo más vulnerable.  

“En jurisdicción de Corantioquia, guacamayas, loros, pericos, lechuzas, búhos, mirlas, torcazas y garzas sufren estrés agudo por el ruido de los explosivos, especialmente durante las noches, cuando muchas se encuentran en proceso reproductivo”. 

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Sobre los mamíferos silvestres, como murciélagos, zarigüeyas, ardillas y pequeños carnívoros, la pólvora provoca huidas descontroladas hacia zonas de riesgo, generando atropellamientos, separación de crías, abandono de refugios y alteraciones en los ciclos de alimentación y reproducción. También los reptiles y anfibios sufren impactos negativos por las vibraciones y la luz, que los obligan a salir intempestivamente de sus refugios quedando expuestos a depredadores o a atropellamientos, sufriendo además cambios en patrones reproductivos, asegura Corantioquia. 

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Sobre la contaminación ambiental, asegura Corantioquia que la detonación de pólvora libera sustancias químicas contaminantes como metales pesados, azufre y partículas finas, que deterioran la calidad del aire. Además, estos residuos químicos también contaminan fuentes hídricas, quebradas y suelos, afectando ecosistemas vitales para la región y poniendo en riesgo la salud pública.