La silletería quedó destruida ante los disturbios
El encuentro deportivo fue suspendido ante el enfrentamiento de los hinchas
Cortesía
24 Abr 2022 10:34 AM

Ofrecen recompensa para capturar a responsables de disturbios en partido Unión Magdalena-Junior

Evelin Adriana
Barrios Florez
Desde la Alcaldía de Santa Marta ofrecieron cinco millones de pesos a quien brinde datos clave de los revoltosos.

Luego de los disturbios registrados en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta, el sábado, durante el clásico costeño entre Unión Magdalena y Junior de Barranquilla, desde la Administración Distrital anunciaron hasta cinco millones de pesos para quien suministre información que permita identificar a los responsables de estas alteraciones de orden público.

“Santa Marta merece respeto. Pido a las autoridades judiciales consecuencias ejemplares. Estaré pendiente a que las investigaciones den resultados y los responsables paguen. Dispusimos con la Policía y el Ejército todo un despliegue de uniformados y se vivía el partido con tranquilidad. Pero no se puede poner un vigilante por persona, se requiere el buen comportamiento de todos. Rechazamos la violencia y el daño a un bien público de todos los samarios”, anotó la alcaldesa Virna Johnson, a través de sus redes sociales.

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Además, la mandataria indicó que la ciudad no podrá avanzar si un grupo de personas no está a la altura de todo lo que la ciudad merece, exhortando a los habitantes al buen comportamiento.

Es de mencionar que estos fuertes enfrentamientos entre hinchas en las tribunas, obligaron a suspender el encuentro deportivo, luego de que en el minuto 73, cuando el compromiso se mantenía 1 a 1, barras aficionadas empezaran a agredirse obligando la presencia del Esmad, con quienes también se enfrentaron.

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Ante los hechos, los jugadores y árbitros debieron ser trasladados hasta los vestuarios y parte del público saltó a la cancha para alejarse de los disturbios, mientras otros intentaban salir del escenario deportivo, que quedó con graves daños materiales, donde varias sillas quedaron destruidas, al igual que las baterías sanitarias de los baños.