Los pecados de Autuori en la goleada de Nacional ante Fluminense

Atlético Nacional, que llegaba con la plena esperanza de sacar un buen resultado en el partido de ida ante el Flamengo por Copa Sudamericana, tuvo un partido para el olvido en el estadio Maracaná de Brasil. El equipo recibió 4 goles en la primera mitad del compromiso sin tener una buena reacción defensiva y con claras muestras de nerviosismo.

Paulo Autuori, técnico del conjunto verde, no dirigió de manera indicada durante el encuentro, no hizo cambios importantes en el esquema y por eso sus dirigidos se llevaron una derrota que los deja al borde de la eliminación en el torneo internacional.

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Desconcentración defensiva

Sin duda la no presencia de un jugador como Alexis Henríquez, capitán del equipo, ha sido vital para que la zaga no se pudiera ubicar bien en el terreno de juego. Esto definitivamente fue la clave en un partido donde siempre la línea defensiva estuvo mal posicionada y los atacantes brasileños ganaron constantemente el uno contra uno.

Autuori no ha podido suplir la presencia de Henríquez, que pese a su edad le hace falta a Nacional. Ni Bocanegra ni Daniel Hernández fueron precisos, ni qué hablar de la pareja de laterales que no aportaron en defensa y ataque.

No hay generación de juego

Pablo Ceppelini, encargado de ser la batuta del equipo antioqueño, no pudo brillar en el compromiso. El argentino no encontró en Vladimir Hernández un compañero para poder controlar el ritmo del juego.

Por otro lado, Brayan Rovira fue deficiente en su labor como recuperador y encargado de realizar el 'primer pase' para desestabilizar la zaga rival e iniciar el ataque. El caso de Juan Pablo el 'indio' Ramírez no es diferente, puesto que no demostró la categoría necesaria para ser titular en un partido internacional en Copa Sudamericana.

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'Barcos - dependencia' en el ataque de Nacional

Si la pelota no pasa por el delantero argentino Hernán Barcos, el club 'verdolaga' no genera juego ni crea peligro. Y es que el atacante no solo marcó el tanto de penal, también pudo anotar de 'globito' el segundo del 'verde, pero el palo evitó el gol: en esta jugada él solo aguantó la pelota, le ganó la posición a los rivales y disparó al arco con gran técnica.

Sin ser creador, Barcos baja, se asocia con los volantes, se mete entre líneas, incomoda a los rivales y define. Sin embargo, al querer hacer más, pierde protagonismo en el área enemiga.