
Frente a un milagro irrealizable para retener la Bundesliga, el Bayer Leverkusen murió en la orilla de la victoria para mantenerse en la pelea por el título, empató 2-2 ante el Friburgo y el Bayern Múnich se proclamó campeón de forma matemática e introdujo su trofeo número 33 en sus vitrinas.
El adiós definitivo a la pelea por la Bundesliga del Bayer Leverkusen era la crónica de un final anunciado. El tanto de Poulsen para el Leipzig en el último segundo con el que 24 horas antes empató el Bayern Múnich (3-3) dejó un hilo de vida virtual al equipo de Xabi Alonso, que necesitaba ganar sus tres partidos, que el cuadro bávaro perdiera los dos que le restan y además recuperar una diferencia de 30 goles en el computo general impuesto para desempatar en caso de igualada.
Lea también:
Con ese guion, el Leverkusen sólo peleaba por la opción de alargar su agonía, mientras la realidad es que el curso ya había terminado en un club que vivió una de las mejores temporadas de su historia la pasada campaña y que ya piensa en una posible marcha de Xabi Alonso hacia nuevas aventuras.
Aún así, el técnico español alineó a su once más competente, con la mayoría de los jugadores con los que alcanzó la cumbre. Quería agotar sus opciones, pero sin un objetivo real y con una virtual victoria en el horizonte del Bayern sí o sí, sus hombres se derrumbaron ante un equipo que pelea por entrar por primera vez en su historia en la Liga de Campeones.
El Friburgo sí que tenía algo por lo que pelear de verdad. Sumar tres puntos era sinónimo de terminar la jornada en la cuarta posición con tres unidades de ventaja sobre su máximo perseguidor, el Borussia Dortmund. Y ante ese horizonte, los hombres de Julian Schuster se emplearon a fondo y claramente fueron mucho mejores que el Leverkusen, incapaz de generar nada e intrascendente en su juego durante casi todo el choque. Sólo despertó al final, pero fue insuficiente para no hincar la rodilla ante el Bayern.
Poco a poco, el Friburgo comenzó a materializar su dominio. Amenazó a Kovar hasta acabar con su resistencia con dos nombres propios: Osterhagem, quien rozó el 1-0 con un mano a mano que salvó el portero checo, y Grifo, quien también se encontró con el meta del Leverkusen en un tímido intento.
Le puede interesar:
Al final, y justo antes del descanso, Eggestein consiguió terminar con la resistencia de Kovar, el único que hasta el minuto 44 hacía bien su trabajo. El jugador del Friburgo perforó la red del Leverkusen con un disparo seco y plano desde muy lejos que inició el camino para la derrota del equipo de Xabi Alonso.
Y sí aún había alguna esperanza de remontada, esta pareció terminar con el tanto en propia meta de Hincapié a los pocos minutos de la reanudación. El defensa ecuatoriano se introdujo la pelota en su portería y todo indicaba que se había terminado la aventura del Leverkusen.
Pero el equipo de Xabi Alonso recordó todos los milagros de la temporada pasada, en la que remontó partidos imposibles en los últimos minutos. Y, en un último estirón, acarició otra vez la proeza. Wirtz, en el 82, y Tah, en el 93, empataron el duelo, amargaron la pelea por la 'Champions' del Friburgo y no evitaron algo que parecía inevitable: la Bundesliga ya está en manos del Bayern Múnich.