Pareja habría pagado a sicarios para vengar la muerte de su hijo
Los esposos Carlos Mario Agudelo Taborda y Elisa Andrea Herrera Sánchez, al parecer, contrataron a dos sicarios para vengar el asesinato de su hijo de 17 años de edad, ocurrido en el barrio El Porvenir de Rionegro, en el oriente antioqueño. La pareja habría pagado 2 millones 400 mil pesos.
Con los elementos materiales probatorios aportados por un fiscal de la Unidad de Vida, el Juzgado Promiscuo Municipal del vecino municipio de Marinilla con funciones de control de garantías, impuso medida de aseguramiento en su lugar de domicilio en contra de Agudelo Taborda de 44 años de edad y Herrera Sánchez, de 40 años, como presuntos responsables de homicidio agravado en calidad de determinadores y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal.
Los hechos que motivaron la investigación ocurrieron el 8 de julio de 2018, cuando los ocupantes de un carro propinaron numerosos impactos de arma de fuego al menor de edad.
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El 22 de enero de este año, Jhon Wilmar Arias Villa, alias la Chinga, presunto autor material del asesinato del joven y, residente en la misma población donde ocurrió el crimen, fue hallado muerto por heridas con arma de fuego en zona rural del municipio de Marinilla.
Por este último hecho, servidores del CTI adscritos al Gaula Militar de Oriente, con el apoyo del Ejército Nacional, capturaron a Esteban Serna Serna, alias el celador de las discotecas, quien aceptó su responsabilidad en el crimen de alias la Chinga.
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Serna Serna, quien tiene medida de aseguramiento intramuros, declaró a la Fiscalía que los esposos, Carlos Mario Agudelo Taborda y Elisa Andrea Herrera Sánchez le pagaron la suma de un millón 200 mil pesos para vengar la muerte de su hijo. Señaló además que los presuntos determinadores le facilitaron el vehículo y un arma de fuego para cometer el homicidio.
Por considerar que la medida de aseguramiento domiciliaria impuesta a la pareja implicada no era compatible con la gravedad de los hechos, la Fiscalía apeló ante la segunda instancia la decisión del Juzgado de Marinilla.