Aves liberadas en Antioquia
Aves liberadas en Antioquia
Cornare
22 Mayo 2025 11:04 AM

[FOTOS] Tras pasar varios años en cautiverio, 14 aves recuperaron su libertad en San Rafael

Paola
Agredo Tapias
Son 8 guacamayas y 6 loras barbiamarillas.

Integrantes del equipo del Centro de Atención y Valoración (CAV) de Fauna Silvestre de Cornare fueron testigos del regreso a la libertad de ocho guacamayas (Ara ararauna) y seis loras barbiamarillas (Amazona amazonica) en el bosque ubicado en la cuenca del río Nare, jurisdicción del municipio de San Rafael, Oriente antioqueño.  

La liberación fue el resultado de años de esfuerzo para revertir los efectos devastadores del tráfico ilegal de fauna silvestre, causados sobre estos 14 individuos que ingresaron al CAV provenientes de operativos de control de la Policía o que fueron entregados voluntariamente.  

Las aves tenían algo en común: un pasado marcado por el sufrimiento. Tenían plumajes deteriorados, deficiencias nutricionales, pérdida de habilidades naturales y un alto grado de amansamiento, lo que impedía su regreso al entorno silvestre. 

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Como el caso de una lora barbiamarilla, que simboliza la magnitud del problema: pasó 16 años en cautiverio, encerrada en una jaula, un periodo que comprometió severamente su salud física y emocional. 

“La rehabilitación de estos individuos es un proceso largo y complejo, pero su éxito demuestra que, con compromiso y rigor técnico, es posible devolverles su papel en los ecosistemas”, dijo al respecto Camilo Muñoz, coordinador del CAV de Cornare. 

Proceso de rehabilitación 

Explicó Cornare que el proceso de recuperación de estos 14 psitácidos tomó entre uno y cuatro años, dependiendo de las condiciones específicas de cada individuo.  

La rehabilitación incluyó tratamientos médicos, ejercicios de fortalecimiento de vuelo, prácticas de alimentación basada en frutos silvestres y estrategias para reducir el contacto con el personal del CAV y la implementación de técnicas como el playback, que consiste en reproducir vocalizaciones propias de la especie para disminuir las vocalizaciones humanas que algunos de estos individuos presentaban. 

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Uno de los principales retos fue reducir el grado de amansamiento. “Muchos de estos animales llegaron al CAV con comportamientos que los hacían vulnerables, como buscar activamente a los humanos. Por eso, trabajamos en estrategias para fomentar su independencia, incluyendo estímulos controlados que les permitieran asociar la presencia humana con incomodidad, sin causarles daño”, explicó Muñoz. 

La conformación de grupos sociales fue otro aspecto crítico, ya que estas especies son gregarias y requieren vínculos fuertes dentro de sus bandadas. Para ello, se realizaron pruebas genéticas y de sexaje en colaboración con el laboratorio de la DIJIN, lo que permitió conformar parejas compatibles y equilibrar las dinámicas grupales antes de la liberación. 

El escenario para liberarlas  

La selección del lugar de liberación también fue crucial. Aseguró Cornare que la cuenca del río Nare, en San Rafael, se eligió por su riqueza en biodiversidad y la disponibilidad de recursos que garantizan la supervivencia de las aves.  

Añadió que este entorno ofrece abundancia de frutos, condiciones medioambientales adecuadas para estas especies, árboles altos para anidar y una baja presencia humana, condiciones ideales para su regreso a la vida silvestre.  

“La adaptación inicial es crucial; por eso, realizamos un monitoreo constante para evaluar sus comportamientos, como la búsqueda de alimento y la interacción social en su nuevo entorno”, agregó Muñoz. 

Las guacamayas (Ara ararauna) y las loras barbiamarillas (Amazona amazonica) liberadas no solo recuperaron su libertad, sino que también retomaron su papel ecológico como dispersoras de semillas, contribuyendo a la regeneración y el equilibrio de los bosques. 

Fuente
Alerta Paisa