Antioquia lidera cifra de quemados por pólvora en el país: Ya son 90 lesionados

La Gobernación de Antioquia alertó sobre el crítico panorama de salud en el departamento al confirmar que la cifra de lesionados por pólvora ascendió a 90 casos, mientras que las unidades de quemados alcanzaron el 100 % de ocupación en toda la región.  

Bajo la campaña "Soy Antipólvora", la administración departamental reforzó el llamado a la prevención tras registrarse dos nuevos incidentes en las últimas 24 horas, advirtiendo que la red hospitalaria no cuenta con disponibilidad para atender nuevas emergencias de alta complejidad. 

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Los casos más recientes, reportados por la Secretaría de Salud e Inclusión Social involucran a dos hombres en contextos diferentes. En el municipio de Heliconia, un ciudadano de 30 años sufrió quemaduras de primer grado en su brazo por manipular "totes"; paralelamente, en Medellín, un hombre de 34 años resultó herido en su mano por un cohete mientras se encontraba simplemente observando.  

Estos hechos elevan el acumulado histórico a 90 víctimas, superando ampliamente los 73 lesionados que se registraban a la misma fecha durante el año 2024. 

La situación es especialmente alarmante debido al colapso total de las unidades especializadas en atención de quemados, tanto para pacientes pediátricos como adultos. La Gobernación enfatizó que este lleno total en los centros asistenciales pone en riesgo la vida de futuros afectados, ya que no hay capacidad de respuesta inmediata para cirugías plásticas o tratamientos reconstructivos.  

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A pesar del incremento en las quemaduras físicas, las autoridades confirmaron que, hasta el momento, no se han detectado intoxicaciones por fósforo blanco o metanol en el departamento. 

Finalmente, la campaña institucional recalca que "la alegría no se quema, se comparte", instando a los antioqueños a celebrar las festividades de fin de año sin el uso de pirotecnia. El llamado busca evitar que la cifra de heridos siga creciendo en una temporada donde el sistema de salud ya se encuentra al límite de sus capacidades. Las autoridades locales y departamentales mantendrán el monitoreo constante y la vigilancia epidemiológica para mitigar el impacto de estos artefactos en la integridad de la ciudadanía.