
Dayiston Correa Meneses, reconocido líder social y promotor cultural del municipio de Segovia fue encontrado sin vida. El cuerpo del defensor fue hallado con signos de tortura en una vivienda del barrio La Paz. Corpades denunció públicamente el crimen y lo calificó como una muestra más de la violencia sistemática que enfrentan quienes trabajan por la cultura, la memoria y los derechos humanos en Colombia.
Correa, reconocido por su labor al frente del Carnaval La Gigantona, una de las expresiones culturales más representativas del municipio. Había asumido la coordinación del evento tras el asesinato de Jaime Gallego, conocido como "Mongo", otro líder social y miembro de la Mesa Minera de Segovia, también asesinado.
"Degollar a una persona para robarla es una versión que requiere más profundidad", advirtió Fernando Quijano, director de Corpades, quien cuestionó la versión preliminar de las autoridades sobre un presunto hurto como móvil del crimen. “Estamos ante una ligereza en el manejo mediático por parte de las autoridades. Esto no puede ser simplemente un caso más”, señaló.
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Quijano también cuestionó la respuesta del gobernador de Antioquia frente a la postura de protección de lideres con ideología política diferente a la de él “Nos preocupa que el gobernador de Antioquia exprese una postura selectiva frente a la protección de líderes sociales. Parece estar enfocado únicamente en respaldar a quienes comparten su visión política, mientras guarda silencio sobre la grave situación de riesgo que enfrentan otros liderazgos, especialmente aquellos que trabajan por los derechos humanos y no comulgan con su proyecto ideológico. Recordamos que el gobernador es la autoridad de todo el departamento y su deber es velar por la seguridad de todos los líderes sociales, sin distinciones. También debería exigir con firmeza a la Unidad Nacional de Protección una respuesta efectiva ante esta crisis, no solo cuando se trata de personas afines a su agenda política”
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El asesinato de Dayiston Correa no solo enluta a su familia y comunidad, sino que genera preocupación entre defensores de derechos humanos por la ausencia de garantías reales para su labor. Corpades hizo un llamado urgente a la solidaridad nacional e internacional y exigió que este crimen no quede impune.
Organizaciones sociales y culturales del departamento también han manifestado su repudio al crimen y exigen una investigación rigurosa y sin dilaciones. “La defensa de la vida debe ser prioridad en cualquier democracia. No se puede seguir normalizando el asesinato de quienes trabajan por la paz y la identidad de sus territorios”, sentenció Corpades en su comunicado.