“No solo querían derribar la torre eléctrica, sino hacer que la fuerza pública cayera en un campo minado”: Federico Gutiérrez

El atentado con explosivos que derribó una torre de energía en el sector La Asomadera, al oriente de Medellín, continúa generando preocupación entre las autoridades locales. Más allá del daño a la infraestructura, el alcalde Federico Gutiérrez reveló que el ataque habría tenido como objetivo causar víctimas entre los miembros de la fuerza pública. 

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“No solo querían derribar la torre eléctrica, sino hacer que la fuerza pública cayera en un campo minado”, afirmó el mandatario, al referirse a los artefactos explosivos encontrados en el lugar. 

Según lo reportado por el primer mandatario de los paisas, el equipo antiexplosivo logró desactivar al menos seis artefactos y realizó la detonación controlada de otros, lo que evitó una tragedia mayor.  

En la zona también fue hallada una bandera alusiva al frente 36 de las disidencias de las FARC, grupo señalado como responsable del atentado. 

El alcalde Gutiérrez advirtió sobre la existencia de redes de terrorismo urbano que estarían promoviendo la radicalización de personas en Medellín, con el fin de ejecutar acciones violentas en zonas estratégicas. Estas estructuras, según explicó, buscan generar caos y fortalecer su presencia mediante ataques dirigidos a la infraestructura pública y a las fuerzas de seguridad. 

Tras el atentado, se activaron operativos de seguridad en sectores críticos de la ciudad. Las autoridades mantienen patrullajes reforzados y continúan con la investigación para identificar a los responsables materiales e intelectuales del ataque. 

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Tras derribo de torre eléctrica en Medellín, revelan alias de cinco implicados del frente 36 con recompensa millonaria

Las autoridades continúan las investigaciones tras el atentado ocurrido el pasado miércoles 10 de septiembre, cuando una torre de energía de alta tensión fue derribada mediante explosivos en el sector La Asomadera, cerca de la vía Las Palmas, al oriente de Medellín. 

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El hecho, atribuido al frente 36 de las disidencias de las FARC, generó una fuerte respuesta institucional. En el lugar, unidades antiexplosivas lograron desactivar al menos seis artefactos y realizaron detonaciones controladas de otros, evitando mayores afectaciones a la infraestructura eléctrica y a la comunidad. 

Como parte de las acciones investigativas, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, reveló los alias de cinco presuntos integrantes de la red urbana del frente 36: “CHILY”, “JONATHAN”, “MALUCO”, “MACHÍN” y “COSTE”. Según las autoridades, estos sujetos estarían vinculados al ataque y formarían parte de una estructura de apoyo al terrorismo urbano. 

Rendón anunció, a través de su cuenta oficial en la red social X, una recompensa de hasta $10 millones de pesos por información que permita identificar plenamente a cada uno de estos sujetos, incluyendo sus nombres, actividades y ubicación. 

“Antioqueños, estos son los bandidos del frente 36 de las Farc, al mando de Calarcá, que estarían detrás de la amenaza terrorista en Medellín. En conjunto con la @AlcaldiadeMed, ofrecemos hasta 10 millones de pesos por información que nos permita su identificación, judicialización y captura”, expresó el gobernador. 

Tras el atentado, se realizó un consejo extraordinario de seguridad entre la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín. Como resultado, se anunció el despliegue de 480 uniformados de las fuerzas especiales urbanas, quienes estarán encargados de reforzar la vigilancia en zonas estratégicas de la ciudad. 

Es importante destacar que, el atentado se habría producido como represalia por un operativo reciente de la Policía Nacional en el municipio de Campamento, Norte de Antioquia, en el que fueron abatidos varios integrantes del frente 36. En el lugar del ataque fue hallada una bandera alusiva a esta estructura armada ilegal, lo que reforzó la hipótesis de retaliación.