Caso turista mexicana: Revelan detalles de su muerte en un jacuzzi de El Carmen de Viboral

Nuevos detalles han surgido en torno al fallecimiento de una ciudadana mexicana registrado la noche del pasado 24 de diciembre en el municipio de El Carmen de Viboral. La víctima, identificada como Ana Carolina Herrera Torres, de 26 años, perdió la vida mientras se hospedaba en un inmueble de alquiler por días (Airbnb) en compañía de su pareja.

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Según el reporte oficial, la turista se desempeñaba como agente bilingüe en Cancún, México, había llegado al Oriente antioqueño para celebrar su aniversario junto a su pareja sentimental también residente en el estado de Quintana Roo.

De acuerdo con el testimonio entregado por su acompañante a las autoridades, el incidente ocurrió cerca de las 7:00 p. m. El hombre manifestó que, tras dejar a Ana Carolina por un momento en el jacuzzi del inmueble, regresó y la encontró sumergida con signos de ahogamiento. A pesar de que intentó prestarle los primeros auxilios de manera inmediata, la mujer no respondió a las maniobras de reanimación.

Tras el llamado de emergencia, unidades de la Policía y el cuerpo de Bomberos de El Carmen de Viboral llegaron al lugar, donde encontraron a la joven tendida en el suelo. Tras la verificación de los signos vitales, los socorristas confirmaron que la mujer ya se encontraba sin vida.

Aunque las primeras hipótesis apuntan a que el deceso se habría producido por un paro cardiorrespiratorio, las autoridades judiciales realizaron el levantamiento del cadáver para trasladarlo a Medicina Legal, donde se determinarán las causas exactas del fallecimiento mediante la necropsia de rigor.

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Bus accidentado en el nordeste antioqueño operaba al 97 % de su capacidad y no tenía cinturones de seguridad: Supertransporte

Siguen apareciendo nuevos detalles de la investigación que adelanta la Superintendencia de Transporte por el accidente del bus que se precipitó a un abismo en las vías del nordeste antioqueño. En el hecho viajaban más de 37 personas; 17 perdieron la vida y 20 resultaron heridas.

De acuerdo con el superintendente de Transporte, Alfredo Piñares, el día del siniestro, el vehículo transportaba 39 pasajeros. Según el informe técnico, el bus tenía capacidad para 40 personas, por lo que operaba al 97 % de su ocupación permitida.

Las investigaciones también revelaron que el vehículo ya había estado involucrado en otros incidentes en años anteriores, algunos de ellos con personas lesionadas. A esto se suma que, según el reporte de la Superintendencia, el bus no contaba con cinturones de seguridad, lo que evidencia graves irregularidades en sus condiciones de operación.

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